El pasado domingo 25 de febrero de 2024, el Rotary Club de Valls se convirtió en el anfitrión de una jornada inolvidable en el emblemático Restaurante La Montoliva, ubicado en la carretera de Vilallonga a La Selva del Camp. En esta jornada, se celebró la tradición, la gastronomía catalana y, sobre todo, la amistad y el compromiso rotario.
Los asistentes, provenientes de diferentes clubes del Distrito y con la presencia del Gobernador Raül Font-Quer y la Gobernadora Electa, Montse Moral, fueron recibidos con una copa y un vermut, anticipando las delicias que estaban por venir. El menú, una auténtica oda a la calçotada, incluyó calçots con su salsa tradicional, longaniza y “botifarró” con judías fritas, así como carne y costillas de cordero acompañadas de alcachofas a la brasa. Los postres, un dilema entre crema catalana, crema de avellana o fruta variada, fueron el broche de oro de una comida que no solo deleitó los paladares sino que también calentó los corazones.
Más que una Comida
Pero este encuentro fue mucho más que una simple degustación de platos típicos. Fue una demostración palpable del espíritu de Rotary: un compromiso inquebrantable con la amistad, la solidaridad y el servicio hacia los demás. A través de la risa compartida, las historias contadas y los proyectos futuros discutidos, los asistentes no solo disfrutaron de una experiencia culinaria excepcional, sino que también reafirmaron su compromiso con los valores rotarios.
Un Llamado a la Acción
El evento, organizado por el Rotary Club de Valls, no solo buscó celebrar una tradición, sino también recordar la importancia de la acción comunitaria. Con cada calçot sumergido en su salsa, con cada brindis realizado con cava, se reforzaba el mensaje de que, juntos, podemos hacer la diferencia en nuestras comunidades.
Hacia el Futuro
Al caer la tarde quedó claro que este no sería más que uno de muchos encuentros futuros. La solidaridad, la camaradería y el compromiso compartido con los ideales de Rotary se manifestaron en cada sonrisa, cada abrazo y cada nuevo lazo de amistad forjado.
Todos los asistentes partieron del Restaurante La Montoliva no solo con el estómago lleno sino con el corazón rebosante de esperanza y el firme propósito de continuar trabajando juntos por un mundo mejor. Porque en días como estos, se recuerda que, más allá de las diferencias, somos una gran familia unida por el deseo de servir a los demás.
Crónica: Manuel Ruiz | Fotos: Manel Moreu
